De las quinientas empresas más rentables del mundo, diez son farmacéuticas y, curiosamente, ocupan los diez primeros puestos. Este dato demoledor fue el que utilizó ayer la doctora María José Hernández Ortiz para explicar el poder de la industria de los medicamentos y cómo el paciente, sano o no, está sometido a los dictámenes de un laboratorio. La presidenta de la Associació de Dones de les Illes Balears per a la Salut (ADIBS) protagonizó ayer la conferencia organizada por el Club de Opinión de DIARIO de MALLORCA, una charla en el que quedó de manifiesto que ser mujer es "para muchos científicos" una enfermedad.

Presentada por Maria Bonnín, de la asociación Creients i Feministes, Hernández Ortiz, licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid, explicó a través de una serie de ejemplos como los médicos, ´pagados´ por el enorme poder de marketing de las farmacéuticas y los propios medios de comunicación, tienden a convertir un proceso fisiológico natural en la mujer en una patología. "Si se hace un diagnóstico automáticamente se receta un medicamento, lo que significa dinero para los laboratorios". Así, hace unos años, ocho compañías patrocinaron diferentes conferencias para definir una nueva enfermedad: la disfunción sexual femenina. Según ellas, la falta de deseo sexual entre las mujeres se situaba en un 43 por ciento, es decir, que casi la mitad de la población no podría tener una relación sexual satisfactorio, algo "inverosímil a todas luces" pero que ha permito la distribución de miles de píldoras hormonales.

"Las mujeres somos un mercado goloso para la industria aunque ni siquiera nos empleen para hacer sus estudios en los laboratorios", aseguró la presidenta de ADIBS. Y es que, la mayoría de los antibióticos o nuevas pastillas que salen al mercado sólo son ´probadas´ previamente en hombres, de hecho, el individuo modelo es un varón blanco de edad media y 70 kilos de peso. "No se tienen en cuenta las características fisiológicas de la mujer y se extrapolan automática los resultados".

La medicalización del parto, la prescripción de hormonas para combatir la menopausia –"cuando se sabe que no va a solucionar nada"– o dar pastillas para prevenir la osteoporosis fueron otros de los muchos casos en los que María José Hernández Ortiz hizo hincapié. Por eso, abogó por la información, la formación y la recuperación del sentido común para rebatir a una sociedad "que cree que todo lo que nos ocurre tiene una explicación científica".

Utilizando palabras de la también doctora Anna Freixas, Hernández Ortiz concluyó su exposición asegurando que la "medicalización ha alejado a las mujeres del dominio y del control de sus cuerpos".