Los canes que entre ayer y hoy desfilarán en el palau Municipal d´Esports de Inca no son chuchos cualesquiera. Son de raza y tienen pedigrí. La crème de la crème se batía el cobre por mostrar sus talentos, sus mejores atributos, su perfecto adiestramiento. Algunos llegaban de lejos, otros proceden de la isla. Un total de 318 ejemplares de 67 razas tomaron el recinto deportivo en la Exposición Nacional e Internacional Canina y hoy se disputarán la I Copa Ciudad de Inca y la XXVIII Copa de S.M. El Rey.

"Antes lo celebrábamos en Palma, en Son Moix, pero entre que no está acabado y que nos lo han prohibido, pues menos mal que Inca nos cede el polideportivo", expresó Francisco Ruiz Rodríguez, presidente del comité organizador.

Mientras, los canes impasibles a las quejas humanas. se dejaban arreglas. Nova, una caniche gigante, era acicalada por su dueña Romina Falbó hasta tal extremo que los machos estaban de los nervios. Entre el top del pelo y los recortes que dejaban su detrás al descubierto sutilmente, no había macho que se resistiera. Ella, impasible, alzaba la mirada.

Muy cerca, la bilbaína Maika Bahamonde atildaba a Melibea, una joven ejemplar de bichón maltés, que a su corta edad ya cuenta con excelentes y buenas calificaciones en anteriores certámenes. "Son perros caros y difíciles de mantener. Hay que empaquetarles el pelo y requieren muchos cuidados, pero son tranquilos, inteligentes y tienen buen carácter", presumía el ama de Melibea.

Mientras algunos esperaban en la sección de peluquería, una improvisada tabla sobre la que los propietarios se aplicaban a sacar lo mejor de sus terriers, de sus pinscher, de los dogos argentinos, otros aguardaban somnolientos su turno dentro de las cajas.

Pedro Llinás es un criador veterano. El mallorquín ha sido juez en numerosos concursos. Ahora contempla cómo su hija prepara la entrada en pista de un ejemplar de perro de aguas. "Lo lleva en los genes", asegura, aunque ella no sigue en el trabajo del padre, simplemente le apoya y le gusta. Llinás participa en esta edición de la Exposición con un Parson & Jack y un Russell Terrier que ya son campeones.

"Soy criador desde hace 40 años y puedo asegurar que no es un negocio, incluso pierdes mucho dinero, porque mandar perros a concursos internacionales cuesta mucho", comenta Llinás. Asegura que "no existe la raza de perro más agradecida, depende del amo y criador". Y desde luego, la moda "se nota mucho" a la hora de elegir can. "Desde el anuncio de Pancho, los rusells terriers son los más solicitados. He tenido suerte".

En la pista siguen los yorkshire dando vueltas, mostrando su mejor pelaje y su apostura. "El de hoy es un concurso de morfología canina. Cada ejemplar ha de ser el mejor de su raza".