En toda la Europa ocupada, los nazis saquearon museos, galerías y colecciones privadas. Al final de la guerra, se hizo un tremendo esfuerzo para localizar las obras de arte desaparecidas y devolverlas a sus dueños, pero muchos objetos aún hoy no han sido encontrados. De hecho, en el juicio de Nüremberg, uno de los cargos principales contra los criminales de guerra fue la destrucción y el saqueo de obras de arte. Más de cien mil obras, entre esculturas, dibujos y cuadros; más de medio millón de muebles y más de un millón de libros y manuscritos robados convirtieron Francia en el país más saqueado. Para los nazis, se trataba de ser compensados por sus pérdidas en las guerras de los últimos 300 años, así como apropiarse de los bienes de los judíos, dentro de su programa de persecución y exterminio. El destino de esas obras de arte fue muy variado. Desde el proyectado museo de arte europeo que Adolf Hitler quiso crear en la ciudad austríaca de su infancia, Linz, hasta los numerosos edificios oficiales del régimen y muchas manos privadas.

hazañas inéditas

´El saqueo de los nazis´.

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