Han cambiado las clases de vela que recibían en la Escuela de Calanova por un deporte acuático de mucha más acción. Los nietos mayores de los Reyes disfrutaron ayer de un día lleno de diversión en Can Pastilla. De nuevo, imagen de normalidad tras la última campaña de terrorismo de ETA.

Llegaron por la mañana algo cansados a las instalaciones del Club Náutico San Antonio de la Playa aunque la pereza se disipó pronto, justo a tiempo para subir a bordo de la embarcación que les llevaría mar adentro para aprender wakeboard, última versión del esquí acuático que combina la habilidad de otros deportes como el surf o el skate y que se hace con una tabla con fijaciones similares a las de snow, enganchada con un cabo a la lancha rápida.

Acompañados en todo momento por Iñaki Urdangarín, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica –hijos de la infanta Elena y Jaime de Marichalar– y los mayores de los Duques de Palma, Juan Valentín, Pablo Nicolás y Miguel, los niños se repartieron el orden de participación. Nadie quiso quedarse en la lancha, todos querían probar nuevas sensaciones.

El más valiente fue Juan, que con chaleco salvavidas se atrevió con un par de piruetas. Alguna dificultad encontró Pablo. Le costó dominar la tabla pero enseguida, disfrutó con la sensación de velocidad. El más pequeño, Miguel, decidió, por su parte, probar el agua del mar de otra manera: lanzándose desde la embarcación con espectaculares saltos.

Victoria Federica demostró eso de que las chicas también pueden. Tras un par de instrucciones rápidas del monitor, la benjamina de los Duque de Lugo mantuvo el equilibrio durante largo tiempo. Y todo ello, bajo la cámara de Iñaki Urdangarín. El ex jugador de balonmano quiso captar imágenes de la divertida jornada marinera y no se perdió ni uno solo de los movimientos de sus hijos y sobrinos.

Tras la aventura, descanso en Marivent.