La Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) aprobó ayer la solicitud urgente del Hospital Vall d´Hebrón de Barcelona para poder realizar un trasplante de cara. Con esta nueva autorización, ya son tres los pacientes candidatos a recibirlo en España, los otros dos en Sevilla y Valencia.

El paciente que recibirá la operación en Barcelona sufre, además de los problemas estéticos, "un deterioro severo de los órganos de deglución y respiración" que le dificulta la realización de tareas cotidianas como comer y respirar. Así lo explicó ayer el Coordinador Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz, quien espera que "una o varias" de las operaciones puedan ser completadas antes de fin de año. "Dependerá de dónde surja el donante adecuado, para que se haga la primera de las intervenciones", aseguró el coordinador, que quiso puntualizar que los receptores "no compiten" entre ellos porque no tienen el mismo grupo sanguíneo y porque son de zonas geográficas distintas.

Al igual que en las siete intervenciones similares que ya se han realizado en el mundo –cuatro en Francia, dos en Estados Unidos y una en China– los casos aprobados en España no sólo tienen un componente estético, sino que los pacientes presentan funciones vitales afectadas y han sufrido numerosas cirugías constructivas. "Éstas son capaces de paliar su situación de base, pero los médicos entienden que solamente un trasplante de cara puede solucionar la situación", señaló Matesanz.

El coordinador también quiso incidir en los resultados satisfactorios de este tipo de operaciones, a pesar de que son muy complicadas porque son trasplantadas estructuras "muy variadas". Se requieren entre 8 y 16 horas para llevarlas a cabo, y a su favor juega la característica de que en estos casos el posible rechazo de la nueva cara se diagnostica muy rápidamente porque se observa a simple vista.

El jefe del servicio de cirugía plástica y quemados del centro barcelonés, Joan Pere Barret, explicó que "la recuperación será prácticamente total. El paciente recuperará el 90% de la movilidad". Señaló también que el trasplante facial es el estadio final para unos casos "realmente desesperados", en los que aseguran que el anonimato es "imprescindible".