Sus prendas irradian frescura, cierto aire exótico y mucho de esfuerzo. Llevan más de dos meses encerrados en sus talleres, cortando patrones, cosiendo a mano y volviendo a empezar. "Nunca hay nada perfecto, siempre se puede mejorar", el soniquete que todos repiten. A menos de cuatro días para su gran debut, seis de los ocho finalistas de la Pasarela Mallorca contienen nervios y sudan ilusión. Abren su cajón secreto para mostrar a este diario un avance de su colección.

Especias del mundo, la esencia del gusto. Dos frases para unificar inspiración propuesta por la Fundación Ars Nova, organizadora del evento de moda junto al Consell. A partir de ella, multitud de propuestas. Desde la delicadeza de la flor del azafrán a la sensualidad de la canela. Un suma y sigue de metáforas que dan lugar a vestidos, monos, faldas y camisas muy femeninas.

Con el apoyo indiscutible del claustro y los alumnos de la Escola de Disseny, Victoria Paolicchi y Helena Tarongí se presentan a esta pasarela con la única intención "de que vean nuestro trabajo". La primera, bajo el título de Plaisir, propone una reflexión minimalista con sabor a azafrán. Fieltro, punto y organza en unas prendas que juegan con los volúmenes y los colores ocres. "Es una colección pensada más en las piezas que en el cuerpo de la mujer. Quiero que se vea la labor de diseño que lleva cada traje", apunta Paolicchi. Tarongí se lanza a la crítica contra la sociedad industrializada con una apuesta por los tejidos sintéticos en Massive Production. "Estoy muy nerviosa. Conforme se acerca la fecha me doy cuenta de que faltan muchas cosas. No aspiro a ganar, sólo a que salga bien", confiesa.

La experiencia calma los nervios de Juanma Torres. Trabajar con José Miró o Lemoniez en Cibeles le da unas tablas que otros envidian, aunque él ha puesto la misma ilusión y ganas que el resto. "No creo que esté más preparado para convencer al jurado que los demás. Esto es un camino muy difícil". El diseñador mallorquín ofrecerá seis looks muy femeninos, concebidos para una "mujer sensual, con curvas". La canela como toque mágico en vestidos larguísimos, transparencias a base seda salvaje y gasas y tocados con brillos. Su Belladona se construyó en cuatro fines de semana. Él espera llamar la atención.

Hasta el Japón propone viajar Clara Garau con Sishimi Togarashi. Mezcla de siete especias -piel de naranja, jengibre y nori, entre otras– en su mini-colección de invierno que esboza en sus vestidos los paraguas transparentes a través de líneas semiarqueadas que se entallan en la cintura y mangas japonesas. "Es mi segunda participación en esta pasarela. Es una buena experiencia y un buen escaparate para lograr apoyo", cuenta. Éste es uno de los problemas. Son muchos los jóvenes mallorquines que sueñan con vivir de la moda y muy pocos los que lo consiguen.

Por eso, Natalia Bañón dedica día y noche a pulir sus diseños. Hedoné no es fruto de unas horas. Sobre el maniquí, revuelo de agujas y costuras. "Soy muy exigente y sé que no estaré satisfecha del todo incluso aunque en pasarela el público lo aplauda". Esta navarra residente en la isla desde hace dos años se inspira en el lujo –"antes las especias sólo eran cosa de los nobles"– para concebir con el tul, los algodones y las gasas unos vestidos de grandes volúmenes, muy trabajados y de estilo romántico.

El color de la pasarela lo pondrá Silvia Blasco. Su pócima del secreto se llama Laudanum Poison, "un preparado a base de opio y otras especias" que ha inspirado a la diseñadora una colección muy artesanal, "en la que yo misma he tratado las telas". Relieves con cuerdas en vestidos livianos de telas naturales en tonos rojos, verdes y lilas. A la lista se suman también Caterina Serra y Georgina Ordinas que ultiman los detalles en Barcelona y que se muestran "encantadas" de participar en la pasarela.

No será hasta el próximo viernes 3 de julio cuando se conozca el nombre del vencedor. Cuatro mil euros de premio para financiarse los estudios y quién sabe si para llegar más lejos. De momento saben superar dificultades. Los 600 euros prometidos por haber sido finalistas y que, se supone, ayudarían a la compra de telas y materiales diversos para hacer su colección, aún no están en sus bolsillos. Los familiares, amigos y algunas tiendas les ceden los zapatos. La ilusión no entiende de cheques.

IV EDICIÓN de la pasarela mallorca

3 de julio. 22 horas (apertura de puertas a la 21.15 horas). Patio de la Misericòrdia. Entrada gratuita.