Corredor aseguró que de esta manera "se ganará en calidad de vida" ya que las viviendas quedarán más aisladas y protegidas de los ruidos, y se abrirá un nuevo sector en el mercado de la construcción, afectado especialmente por la crisis económica.

La ministra de Vivienda apuntó que con la nueva normativa se evitará que los ciudadanos "escuchen el taconeo de los vecinos, la música o la televisión del vecino de la casa de al lado, los coches de la carretera o el ascensor".

El texto que entrará en vigor el próximo jueves supera la normativa de 1988 e introduce "sustanciales mejoras", según Corredor.

En el ruido aéreo, que es el que supone oír, por ejemplo, las voces del piso contiguo, se aumenta la exigencia de aislamiento de 42 a 50 decibelios.

En relación con los impactos, se reduce el ruido percibido entre viviendas de 88 a 65 decibelios.

Corredor señaló que la nueva normativa introduce dos cambios. Por un lado, el nivel de ruido no se medirá, a partir de ahora, en laboratorio sino "in situ", en la propia vivienda y, por otro lado, las exigencias de insonorización frente al ruido exterior dependerán de la zona en la que se ubique la casa para garantizar los mismos niveles de silencio a todos los ciudadanos.

Corredor subrayó que las medidas se aplicarán en las viviendas de nueva construcción y también en las antiguas, que se podrán ir adaptando de manera progresiva.

La titular del Ministerio de Vivienda señaló que el salón Construmat es una "ventana abierta" al mundo de la construcción y animó a los empresarios de este sector a "adaptarse al nuevo modelo que surgirá de la crisis, de la que debemos salir más reforzados".

La ministra consideró que "es un error retirarnos a los cuarteles de invierno a esperar a que pase la crisis para después salir porque es evidente que la situación no volverá a ser como antes".

"Debemos salir reforzados de esta crisis, adaptarnos a las nuevas necesidades del mercado y al nuevo mercado económico", dijo.

Beatriz Corredor señaló como salidas a la crisis nuevos mercados como por ejemplo el de la vivienda protegida, el de la rehabilitación, la sostenibilidad o las nuevas tecnologías.

"Las empresas, tanto constructoras como auxiliares, que en estos momentos apuesten por la modernización serán las que se encuentren en mejor posición para encarar la nueva etapa", manifestó.

El Salón Construmat ha abierto esta mañana sus puertas en el recinto de Fira de Barcelona en L'Hospitalet con la participación de 1.350 expositores, la mitad que en la última edición de esta feria bianual.