"El vino tiene un gran poder evocador. En torno a él surgen las más bellas historias de amor y con él se superan los malos tragos. Es en sí tradición y cultura, la mezcla perfecta, el ingrediente básico de una buena novela". Humberto Miró y Xavier Uriz son los padres de Llàgrima de Sang, la serie de éxito de IB3 que no sólo ha contribuido a dar notoriedad a los actores isleños sino que ha sido la mejor campaña publicitaria para las decenas de caldos con denominación de origen balear.

Alianza entre bodegueros, discrepancias comerciales y la búsqueda de una variedad de uva desconocida son los argumentos principales de una trama que gira en torno al celler de la familia Pons. Referencias claras a los campos de producción de las islas y un pequeño impulso al sector agrícola "que tanta falta le hace". "Soy foraster y lo que más me sorprendió al llegar a Mallorca fue la cantidad de campesinos que se dedicaban a la producción del vino . Me di cuenta de que era un mundo desconocido para los propios isleños y pensé que sería un buen argumento para una serie", cuenta a DIARIO de MALLORCA Miró. Tras leer "un par" de publicaciones sobre los caldos de Balears y hacerse una "pequeña idea" del mapa de las denominaciones de origen, decidió seguir adelante con la idea, no con pocos problemas.

"Hay más de sesenta bodegas en la isla sin contar las de las Pitiüses, y queremos mantener una estrecha relación con todas pero, desgraciadamente, no es posible", reconoce. Muchos bodegueros acogieron la iniciativa con optimismo, entre ellos el celler Macià Batle, escenario de rodaje de algunas escenas de Llàgrima de Sang y los primeros en lanzar al mercado un vi negre con el nombre de la serie. "Nos hizo mucha ilusión... al igual que los premios que nos han otorgado en la comarca de Es Raiguer, en Santa Maria...", apunta el director.

En sus más de setenta capítulos -la serie se prolongará durante todo 2009- han aparecido botellas o se han hecho referencias a cerca de dos docenas de caldos isleños, entre ellos, los de Antonio Nadal, José Luis Ferrer, Malvasia de Banyalbufar, Ca´n Rich, Miquel Gelabert, Can Maymó (Eivissa), Galmés i Ribot o Armero y Adrover, entre otros. "No sé si podremos incluirlos a todos pero intentaremos no olvidarnos de las bodegas más pequeñas".

Tintos, blancos y rosados con acento isleño que dan color y sabor a una producción que siguen, de lunes a jueves, más de 30.000 espectadores. Los mismos que, tal y como dice Ramon Servalls, de Macià Batle, "pueden hacer que el vino de las islas sea más demandado".

De momento, el actor Simon Andreu es el mejor embajador. Aunque no el único.