So What de Miles Davis, un respetado estándar de jazz; la archiconocida Pantera rosa de Henry Mancini, o el navideño Jingle Bells. Instrumental popurrí de melodías el musicado ayer por la mañana en el auditorio del Conservatori. Animoso y popular set list para descubrir al alumnado mallorquín las posibilidades de los instrumentos de viento y percusión. Tres funciones de Percusax para instruir a un millar largo de estudiantes, procedentes de los catorce centros convidados a una nueva cita con Viu la Cultura; un multidisciplinar y didáctico programa organizado por el Govern con el apoyo de la CAM. Sobre el escenario, dirigidos por Paco Vicedo, ocho músicos con carisma, que soplaron y golpearon con comedido dramatismo saxofón, batería, marimba, congo y vibráfono.

"Es un público muy agradecido, aunque hay que darle mucha gasolina". Consciente de las necesidades del hiperactivo y cómplice respetable, Vicedo guió una participativa función donde la parte didáctica quedó deliciosamente camuflada. Ya desde el número introductorio, una llamativa y contagiosa sesión de percusión corporal donde los músicos descubrieron, cual Mayumanás, que el body es una fuente de notas potencial.

"Han tenido que hacerle un nudo en el cuello, porque sino haría falta una escalera para poder tocarlo". Vicedo describió con salero (risas entre el público) la fisionomía del grave saxo barítono, un ejemplo más de que todo se puede explicar de manera asequible. Con igual garbo presentó al agudo soprano y a los intermedios alto y tenor. Asumidas las variantes del mismo instrumento, el cuarteto saxofonista -Xasco García, Jesús Díez, Julià Gómez y Ángel Rodríguez- se arrancó coral. "¡Los Simpsons!", coincidieron excitados algunos, tres segundos antes de que el resto de compañeros reconociera la melodía. Los músicos confirmaron raudos el pronóstico, versionando con fidelidad la canción con la que Lisa prologa a su televisivo clan.

Se lo pasaron bien los chavales, que también tuvieron la posibilidad de subir al escenario para convertirse, literalmente, en los distintos sonidos de una batería. O bailar a ritmo de bulería y palmear desde la butaca. Los de primaria, eso sí, mucho menos vergonzosos que los mayores a la hora de dejarse llevar.

"Nos lo hemos pasado bien", comentó a la salida de la primera función Isabel Ruíz, de ocho años, alumna del CEIP Ses Rotes Velles. "Muy bien", matizaba al alza Laura Maes, su fiel escudera y compañera de autocar. "Ya conocíamos el saxofón", confirmaban orgullosas, aunque ayer pudieron descubrir "su gran variedad", como puntualizó una de sus tutoras. Y es que a pesar de ser "instrumentos muy asequibles", como reconoció Vicedo, "son poco conocidos en profundidad".

Otro "encantado" con la iniciativa se confirmó Pere Joan Martorell, director general de Cultura del Govern. Se dejó ver por el Conservatori, convencido de lo necesario que es para las nuevas generaciones "salir de las aulas para experimentar en vivo la cultura". Ya en el recinto, se sentó a la vera de sus paisanos, alumnos del CP Es Puig de Lloseta. La nómina de centros invitados la completaron el CP Es Puig de Sòller; el CP Bartomeu Ordinas; el CP Son Quint, La Purísima; el CP Badies; CP Santa María del Mar;  Santa Mónica; Beat Ramon Llull; el IES Can Peu Blanc; IES La Ribera; IES Josep Sureda y Madina Mayurqa.