Ya les he contado que mis próximos planes pasan por dar vueltas con mi moto náutica para ver lo que se vende, comprármelo sin pagarlo y forrarme.

Me voy hacia Formentera, a ver que tal me van las capturas de atún rojo, que para cuatro que quedan los pesco yo. Me dice el capitán que casi les han pillado, y le respondo que ya le había advertido que la avioneta que había mandado para divisar los bancos de atún la tendríamos que haber camuflado con alguna propaganda de cerveza o bebida isotónica.

Repaso la lista de los que han pillado esta semana, a ver qué constructor-promotor ha hecho suspensión de pagos para quedármelo todo yo. Sin pagar, claro, que yo no voy a ser menos.

De lo de los rusos no me acaba de convencer la zona. Sólo de pensar que me puedo encontrar con Delgado en otra moto náutica me muero del susto, así que a los soviéticos no les compraré nada. Lo que sí me apetece son las cuevas del Drach, que no entiendo porque ahora se le llama Grupo Drac; debe de ser porque son un grupo de cuevas juntas. La cuestión es que es una solar con muchas posibilidades, y mi intuición nunca me falla.

Le comento mi plan a mi contable. El muchacho, Vladimir, llevaba las cuentas a los de la mafia rusa y ahora se ha quedado en el paro. El pobrecillo tiene el síndrome del ´hombre elefante´, que le daban un taza de té y se ponía a llorar. Como nadie le había tratado bien... A Vladimir le pasa lo mismo, como le estoy arreglando los papeles me he convertido en su Dios.

Del solar de las cuevas del Drach nos salen un montón de aparcamientos, y del lago una piscina olímpica. Nos vamos a las pateras a buscar mano de obra barata y empezamos las obras rapidito para que los ecologistas no empiecen a dar la brasa. Como a mitad de las obras nos declararemos en suspensión de pagos, alguien tendrá que hacerse cargo del desaguisado, seguramente el contribuyente, pero nosotros mientras tanto ya habremos cobrado las comisiones y todo lo que nos toque. Porque nosotros en el paro no nos vamos a quedar Vladimir. Y mira, los chicos de África que se acojan a algún plan del Govern, que nosotros hemos creado riqueza y prosperidad y no nos han dado ni las gracias.

¡Ay Vladimir, cómo me inspira Mallorca, y qué lista soy!