Por sus clases han pasado más de un millar de alumnos a los que ha enseñado a amar la salsa, para lo cual no ha escatimado medios ni le ha importado ser profesor del son cubano siete días a la semana en Zamora, Valladolid y Salamanca.

Su madre emigró a Cuba cuando tenía seis años y él regresó a España hace una década a través de la "operación añoranza", un programa de la Diputación de Zamora que permite a los emigrantes y sus descendientes volver durante unos días a la tierra de sus orígenes.

Llegó con una sola maleta aunque desde el primer momento tenía claro que él venía para quedarse, pero lo que no sospechaba es que dos años más tarde se iba a ganar la vida con la salsa. Creó la primera asociación para difundir los ritmos cubanos de Zamora y este mismo año ha fundado también una agrupación salsera en Valladolid.

Pregunta.- ¿Qué le llevó a salir de Cuba?

Respuesta.- Tenía curiosidad por conocer la tierra de mi madre.

Además, todo joven tiene aspiraciones en su vida que en Cuba no siempre puede desarrollar. Allí la gente de la calle no va a clases de salsa. La salsa se aprende en las fiestas, no en las academias.

P.- ¿Cómo fueron sus inicios en Zamora?

R.- No fueron fáciles, pero tampoco algo imposible. Empecé a trabajar en una tienda y por las noches daba clases de baile. Más que un grupo de alumnos se hizo un grupo de amigos que fue creciendo con el tiempo. Dos años después ya me dedicaba profesionalmente a dar clases de salsa.

P.- ¿Actualmente su agenda es muy ajetreada?

R.- Estos días estoy de vacaciones pero durante el curso los lunes, martes y jueves he dado clases en Zamora, los miércoles, viernes y domingos en Valladolid y los sábados en Salamanca. Algunos alumnos solo vienen a clase uno o dos meses, esos no se puede decir que se hayan formado, pero otros siguen indefinidamente. Entre unos y otros han pasado más de mil personas por mis clases.

P.- ¿Con qué fines fundó la asociación "SalsaZamora"?

R.- Queríamos difundir el baile cubano y que los aficionados a la salsa pudieran hacer presentaciones en público de lo aprendido en clase. Así creamos la asociación y un grupo de salsa para hacer espectáculos de calle. Hemos tenido hasta 25 actuaciones al año, la última en las fiestas de San Pedro, para celebrar el quinto aniversario de la asociación.

P.- ¿Ha tenido muchos obstáculos por no haber nacido en España?

R.- Como emigrante nunca me he sentido marginado, aunque yo pongo de mi parte para adaptarme e integrarme. También es cierto que a los dos años de estar aquí obtuve la nacionalidad española y eso me ha ayudado.

P.- ¿Cómo valora la propuesta de que los inmigrantes que lleven un tiempo en España puedan votar en las elecciones municipales?

R.- Yo ya puedo hacerlo y lo veo bien porque eso también ayuda a integrarse.

P.- ¿Ve muy cambiada Cuba desde que marchó hace diez años? ¿Qué opina de la nueva etapa tras la renuncia al poder de Fidel Castro?

R.- Cuba está un poco estancada en el tiempo. Tengo una pequeña esperanza de que la nueva etapa sea un principio hacia un cambio que favorezca a los cubanos en general. Que haya una apertura que ayude también a difundir la cultura cubana, que es muy rica, en todas las partes del mundo.