"La artrosis en sí misma no mata a nadie, pero hay una serie de enfermedades a su alrededor que empeoran en tanto que lo hace su artrosis. Así una persona que no puede andar provoca que se agraven otros problemas existentes como puede ser la diabetes, la obesidad, el colesterol o una depresión, lo que repercute en el número de años que puede llegar a vivir una persona mayor", apunta el doctor Jordi Monfort Faure, adjunto del Servicio de Reumatología del Hospital del Mar de Barcelona.

La artrosis es la enfermedad crónica más común entre los ancianos, afecta a más del 80% de los mayores de 50 años y conlleva enormes consecuencias en su calidad de vida y longevidad. Con el objetivo de afrontar y comprender mejor esta enfermedad, que es la primera causa de dolor crónico y discapacidad en este grupo de edad, se han unido la Sociedad Española de Reumatología y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología para elaborar la "Guía de buena práctica clínica en Geriatría: Artrosis", con la colaboración de Pfizer. La publicación, en la que participan más de 10 especialistas de ambas disciplinas, pretende proporcionar una visión teórica y práctica que recoja los últimos avances en el diagnóstico y tratamiento.