El encierro, que duró 2,25 segundos se saldó sin heridos de consideración y ningún corneado por asta de toro, aunque un corredor sufrió un puntazo en la curva de Telefónica en una de las rodillas, pero no revista gravedad, según las primeras informaciones

Aunque los toros de Cebada Gago son considerados bureles peligrosos por haber protagonizado en los últimos años carreras emocionantes y con muchos heridos, tanto este año como el pasado han realizado carreras limpias. Sin embargo, su paso por Pamplona arroja una media de 1,95 heridos por asta de toro en cada encierro.

TRAMO A TRAMO

El encierro comenzó puntual a las ocho de la mañana. Los seis toros salieron de los corralillos precedidos por los mansos y enfilaron la cuesta de Santo Domingo donde esperaban los mozos para iniciar la carrera. La manada avanzó estos primeros metros agrupada.

Los animales entraron en la Plaza del Ayuntamiento también agrupados y alcanzaron la curva entre las calles Mercaderes y Estafeta sin las caídas y resbalones habituales.

De esta forma, enfilaron la calle Estafeta ya con cuatro toros por delante y dos cerrando la manada. Aquí se pudieron ver algunas caídas y pisotones sin demasiada importancia y debido a la rapidez de la carrera. También fue en este tramo donde se vivieron las carreras más bonitas que permitieron lucirse a los mozos.

A la altura de Telefónica, en el último tramo del encierro, uno de los corredores se cayó en la cara del toro, pero éste no le envistió. Por último, los seis toros llegaron a la plaza unidos y entraron también de forma muy rápida en el callejón.

Las reses serán lidiadas a partir de las 18.30 horas de la tarde en la Plaza de Toros de Pamplona por los diestros Diego Urdiales, Sánchez Vara y Luis Bolívar.