Los tradicionales encierros de San Fermín se inauguraron ayer con trece heridos, uno de ellos muy grave, vecino de Lekunberri de 37 años que, según fuentes del gobierno regional navarro, iba a ser operado tras sufrir un hemoneumotórax, fracturas costales y rotura de bazo. Del resto de los damnificados, ninguno por asta de toro, la mayoría son extranjeros: dos estadounidenses (uno será intervenido en Pamplona), un australiano, un coreano, un inglés, un surafricano, un neozelandés y un rumano.

El primer encierro fue lento -más de cuatro minutos- y en él se produjeron numerosas caídas. Dos toros de la ganadería Conde de la Corte quedaron separados del resto, provocando algunas escenas de pánico en la plaza del ayuntamiento.