Norma Comics devino más peligrosa que nunca el sábado. Para los adictos a la historieta se multiplicaron las tentaciones gracias a los doce desprendidos coleccionistas allí, citados para poner en venta algunos de sus entintados tesoros. Cerca de doscientas cincuenta personas animaron el primer Firetó organizado por la librería; buena parte de ellas decididas a dejarse los dineros en alguna joya de papel. Entre los botines, Azañas Bélicas y Capitanes Truenos, clásicos básicos de agradecido encuentro. También espacio para el culto más contemporáneo, por ejemplo, con primeras ediciones de los Watchmen o la V de Vendetta imaginados y guionizados por Allan Moore.

La mañana, perfumada con la nostálgica fragancia que desprende la añeja celulosa, transcurrió entre conversaciones especializadas y regateos amables. No es fácil despedirse de una colección, pero tampoco hacerse con ella: el pedigrí de la pieza descatalogada exige una justa tasación. Igualmente, los menos necesitados de pasado pudieron acometer su dispendio adquiriendo asequibles (y coetáneas) obras traspasadas bajo la condición de outlet. Son Gokus y Narutos, los favoritos del XXI.

El "éxito" de la propuesta, amenizada con un taller de apetecibles ´montaditos´, invita a los organizadores a pronosticar una futurible segunda edición. "Intentaremos repetir", aseguran.