Miles de jóvenes acudieron ayer a Esporles para divertirse con la puesta en escena de más de cuarenta grupos de toda Balears y para defender la lengua catalana como propia de Balears. Lo hicieron desde las doce del mediodía y hasta bien pasadas las cuatro de la madrugada, sin incidentes.

El encuentro Músics per la Llengua cumplía su novena edición y sigue teniendo poder de convocatoria. En esta ocasión se montaron hasta cuatro escenarios en un pueblo que acogió con agrado la llegada de tanto gentío. Las principales calles del centro de Esporles bullían y los bares de la zona hicieron su agosto. El punto culminante en cuanto a público se registró sobre las once de la noche. Era el momento de Barrumbada, Esklat, s´Arrual Jazz Mort y Es Reboster, que debían actuar a las doce y media, aunque el horario registraba un pequeño retraso.

Una de las novedades fueron los denominados "minutos desafinados", un ruido ensordecedor que, según Toni Nicolau, presidente de Músics per la Llengua, iba dedicado "a todas aquellas entidades y empresas que estos últimos meses se han dedicado impedir el camino hacia la normalización lingüística plena". El que fuera líder de Ocults y otros destacados músicos como el menorquín Cris Juanico o el sabadellenc Marc Grasas lanzaron dardos sonoros contra Air Berlín y Humboldt; "el sector que apoya la política radical de Carlos Delgado"; el diario El Mundo; la cadena Cope y Joaquín Rabasco.

"Defendemos la lengua catalana como lengua propia de Balears, una lengua reprimida y silenciada históricamente", se leyó durante el manifiesto.

"Reivindicamos nuestra música en los medios de comunicación, casas y calles, porque solo así se puede conocer la cultura de este territorio", se añadió.

Esporles bailó y se divirtió durante dieciséis horas ininterrumpidas de actos, una fiesta, de carácter reivindicativo, que siempre aspira a no repetirse.