El papa Benedicto XVI se trasladó ayer a la residencia de verano de Castel Gandolfo, situada a una treintena de kilómetros al sur de Roma, para disfrutar de la primera etapa de sus vacaciones.

El Pontífice salió del Vaticano por la tarde, tras celebrar por la mañana en el Aula Pablo VI la tradicional audiencia pública de los miércoles, que queda interrumpida hasta el próximo 13 de agosto.

Sin embargo, el Angelus del próximo domingo, día 6, lo rezará en el patio central de su residencia de Castel Gandolfo, de donde saldrá el próximo 12 de julio, para hacer un viaje oficial a Australia, donde presidirá la XXIII Jornada Mundial de la Juventud.

El Pontífice regresará a Roma el 21 de julio y permanecerá en Castel Gandolfo hasta el día 28, que se trasladará a la región alpina italiana del Alto Adige para disfrutar de otra parte de sus vacaciones, hasta el 11 de agosto en el Seminario Mayor de la localidad alpina de Bressanone.

En los Alpes el Papa mantendrá sólo dos encuentros con los fieles: los domingos 3 y 10 de agosto para rezar con ellos el Angelus desde el Duomo (catedral) de Bressanone.

El 11 de agosto Benedicto XVI volverá al palacio de Castel Gandolfo hasta el final del verano.

El Papa resaltó ayer la figura de San Pablo y dijo que aunque la visión universal del Apóstol de los Gentiles se debe a su fe en Cristo, en él también influyó el contexto cultural de su tiempo, en el que destaca la filosofía estoica, "con sus altos valores de humanidad y de sabiduría".

Benedicto XVI hizo estas manifestaciones ante unas diez mil personas que asistieron en el Aula Pablo VI del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, la última antes de comenzar las vacaciones de verano.

El año pasado, Benedicto XVI veraneó en la localidad alpina italiana de Lorenzago, en los Alpes Dolomitas, y en 2005 y 2006 en el Valle de Aosta.