El portavoz del Ministerio de Sanidad, Prat Boonyawongvirot, explicó en una nota que la mayoría de las víctimas tenían heridas o sarpullidos en las extremidades y habitaban en zonas afectadas por inundaciones en el norte del país.

La enfermedad se transmite a los humanos al entrar en contacto con la orina de rata, y sus síntomas habituales son fiebre alta, enrojecimiento de los ojos, dolores musculares y fallos en el sistema renal.

Tiene un índice de mortalidad de entre el 5 y el 20 por ciento si la víctima no recibe a tiempo atención médica, y una epidemia causó en 2000 la muerte a más de cien personas en la región fronteriza con Laos.

En esta zona, generalmente la más devastada por las lluvias del monzón entre agosto y septiembre, los roedores forman parte habitual de la dieta de los locales, pese a que las autoridades llevan a cabo campañas masivas de exterminio para contener potenciales brotes.