Concha Buika, la niña de las coplas, el flamenco y el jazz, mujer que quema solo con su voz, vuelve a Palma, la ciudad en la que creció antes de forjarse como una de las intérpretes más impactantes del momento. La autora de Niña de fuego, su tercer álbum, actuará este viernes en Ses Voltes, abriendo el ciclo Cançons de la Mediterrània.

-¿Qué ha preparado para ´Cançons de la Mediterrània?

-Soy muy improvisadora. Pocas veces sé lo que voy a hacer en un concierto.

-¿Qué le ha descubierto su disco ´Niña de fuego´?

-Vivencias. Siempre cuento y canto lo vivido. Necesito sacarlo para que no me duela.

-¿La copla dice la verdad?

-Las personas dicen la verdad. No hay que tener miedo a la verdad.

-¿Es Buika más niña que fuego?

-Soy niña y soy fuego. Lo soy todo. Soy una persona muy fogosa. Siempre estoy latiendo.

-¿Qué le produce taquicardia?

-El victimismo, las víctimas. Cuando te acercas a ellas te conviertes en culpable. Me dan mucha rabia las víctimas irreales.

-Enérgica y espontánea sobre un escenario. ¿Y cuando baja?

-En un escenario no somos nosotros, somos otros. Yo tengo una bruja dentro que me sale allí arriba. Creo que cada uno somos muchos a la vez. Yo tengo muchas Buikas y todas me gustan.

-¿Qué le inspira el Mediterráneo?

-El Mediterráneo es mucho, es sangre que baña algunas tierras, es más que un mar.

-¿Es usted amiga de los festivales de verano?

-Soy amiga de todo lo que nos une artísticamente.

-¿Su música no se pierde en grandes estadios?

-La única religión que existe es el arte, ya sea ante veinte o ante doscientas mil personas.

-¿Qué significa para usted cantar en Palma?

-Cantar en Palma me resulta muy difícil. Me da mucho miedo, pero es un miedo bonito. Es la ciudad en que está mi familia y mis amigos. Es un escenario muy alto.

-¿De qué podemos presumir los mallorquines?

-El mallorquín es de amar en secreto. Es un romántico.

-¿Por qué no vive en la isla?

-Lo intenté, pero era imposible. Mi productora, mi discográfica y mi mánager están en Madrid, una ciudad que todavía no he vivido. Yo vivo en los hoteles de medio mundo. Ahora acabo de llegar de los fiordos noruegos, de EE UU e Italia.

-¿El mejor viaje siempre es interior?

-El mejor viaje siempre es el que uno hacia fuera. Todos tenemos un armario del que salir.